martes, 14 de junio de 2011

¿Cómo alimento a mi bebe de un año?

lunes, 13 de junio de 2011

¿Cómo hablo a mi hijo/a adolescente sobre las drogas?‏




Así como vacuna a sus hijos contra enfermedades como el sarampión, también es necesario "inmunizarlos" contra el uso de drogas brindándoles información antes de que se vean expuestos a dicha sustancia.

Cuando los niños no se sienten cómodos hablando con los padres, es posible que busquen respuestas a sus inquietudes en fuentes que, por lo general, no son muy confiables. Si los niños no reciben la información adecuada, el riesgo de que se involucren en comportamientos peligrosos y de que experimenten con drogas es mayor.

  • ¿Qué debo decirle a mi hijo?
1. De edad preescolar a 7 años

Antes de ponerse ansioso por tener que hablarle a sus hijos, tome coraje. Usted probablemente ya haya sentado las bases para una conversación. Por ejemplo, cuando le da a su niño un medicamento para la fiebre o un antibiótico, tiene la oportunidad de hablar sobre los beneficios y el uso adecuado de estas drogas. En ese momento, usted le está proporcionado un contexto que le indica cómo hacer uso de las drogas de una manera responsable. Estos también son años en los que su pequeño observa atentamente su comportamiento y acepta las pautas que usted le proporciona.

También es el tiempo ideal para comenzar a aprovechar los "momentos de enseñanza". Si usted ve a un personaje, en una cartelera o en la televisión, que está fumando, hable con su hijo sobre los cigarrillos, la adicción a la nicotina y sobre los efectos del tabaco en el cuerpo de una persona. Esto puede generar una conversación acerca de otras drogas y sobre el daño que causan.

El tono de estas conversaciones debe ser calmo. También es una buena idea presentar el concepto utilizando términos que usted sabe que el niño podrá entender. Sea específico acerca de los efectos de las drogas: cómo hacen sentir a la gente que las usa, el riesgo de tomar una dosis excesiva y los daños permanentes que la droga causa a largo plazo. Para poder darle a los niños datos concretos, deberá estudiar un poco sobre el tema antes.

2. De 8 a 12 años de edad.

A medida que los niños crecen, es posible iniciar una conversación con ellos preguntándoles qué piensan sobre las drogas. Si formula las preguntas sin emitir un juicio de valor y mostrándose abierto al respecto, recibirá una respuesta más honesta de su hijo.

Éste es un período en el cual los niños todavía desean hablar abiertamente con sus padres sobre temas delicados. Si establece undiálogo a esta edad, será más fácil que las vías de comunicación entre usted y el niño se mantengan abiertas a medida que su hijo crezca y esté menos propenso a compartir pensamientos y sentimientos tan abiertamente con usted.

Aunque su pregunta no desencadene inmediatamente en una reflexión, usted ha hecho que sus hijos se queden pensando en el tema. Si usted le muestra a sus hijos que está dispuesto a discutir abiertamente el tema y a escuchar su opinión, ellos estarán más dispuestos a acercarse a usted para obtener ayuda o consejos en el futuro.

Las nuevas tendencias, como el uso de esteroides en los deportes profesionales, pueden ser un tema interesante para iniciar una discusión informal sobre eventos actuales. Estas charlas pueden proporcionarle a sus hijos información sobre los riesgos del consumo de drogas.

3. De 13 a 17 años de edad.

Es muy posible que a esta edad sus niños conozcan a otros niños que usan, o abusan, de las drogas o el alcohol. Probablemente tengan amigos y conocidos que ya conduzcan. Ellos están a veces más dispuestos a expresar sus pensamientos o concierne acerca de iguales que experimentan o utilizan drogas. Estas conversaciones son una gran manera de comprender los pensamientos de su niño y sentimientos acerca de este asunto.

Es también importante hablar con sus hijos del peligros de utilizar drogas que implica conducir bajo la influencia del alcohol. Háblales delaspecto legal-tiempo que deben permanecer en la cárcel o las penalidades monetarias por conducir intoxicados- y de la posibilidad de que ellos u otra persona resulte seriamente lesionada o que muera.

No sería una mala idea si estableciera por escrito las condiciones a las que sus hijos se deben remitir cuando salen y utilizan un vehículo. Usted puede prometer recoger a sus hijos a cualquier hora (aunque sean las 2:00 AM) sin hacer ningún tipo de preguntas si ellos le hablan porque vieron que la persona que conducía había estado consumiendo alcohol o drogas.

El contrato también puede incluir otras situaciones. Por ejemplo, si usted se entera de que alguien ha usado drogas o ha estado bebiendo alcohol en su automóvil mientras sus hijos conducían podría no dejarlos conducir por 6 meses. Si todos estos temas y situaciones se discuten desde un principio, no habrá sorpresas ni mal entendidos acerca de lo que usted espera de ellos.

4. Sentar buenas bases.

No hay padre, niño o familia que sea inmune a los efectos de la droga. Muchas veces, hasta los mejores niños pueden tener problemas de drogas. Aun cuando han hecho todo lo posible por evitarla y cuando han tenido a su disposición la ayuda y el consejo de sus padres.

Sin embargo, ciertos grupos de niños tienen una mayor predisposición a usar drogas. Los niños que tienen amigos que consumen drogas tienen más probabilidades de drogarse. Los niños que, por una razón u otra, se sienten socialmente aislados pueden inclinarse hacia el uso de drogas. Por lo tanto, es muy importante que sepa quiénes son los amigos de su hijo y sus padres. Involúcrese en la vida de sus hijos. Si la escuela de su hijo tiene un programa de lucha contra las drogas, involúcrese en éste. ¡Es muy probable que aprenda muchas cosas! Preste atención a cómo se sienten sus hijos y recuérdeles que usted siempre estará disponible para escucharlos sin emitir juicios de valor. Sepa identificar cuándo sus hijos están pasando por un momento difícil de manera que les pueda brindar su apoyo o buscar ayuda especializada.


Un ambiente familiar abierto y acogedor donde los niños se sientan cómodos de hablar sobre lo que sienten, donde los logros se elogien y donde se refuerce y enfatice la formación de la autoestima, hará que los niños se sientan cómodos de acercarse a sus padres con preguntas y preocupaciones. Cuando los niños son censurados en sus propias casas, deciden buscar apoyo y respuestas a sus importantes preguntas fuera de su núcleo familiar.

¿Como hablo a mi hijo/a adolescente sobre la pubertad?




Hoy en día los niños están expuestos a tanta información acerca del sexo y las relaciones a través de la TV y el Internet que cuando llegan a la pubertad ya están familiarizados con algunas ideas avanzadas. Sin embargo, hablar sobre los temas relacionados con la pubertad sigue siendo una tarea importante para los padres, ya que no toda la información que recibe el niño procede de fuentes fiables.

No espere a que su hijo(a) acuda a usted con preguntas sobre los cambios en su cuerpo, ya que puede ser que ese día nunca llegue, especialmente si su hijo(a) no sabe que puede hablarle sobre este tema delicado. Lo más importante es encontrar el momento oportuno

Lo ideal es que los padres hubieran comenzado a hablar con su hijo(a) sobre los cambios por los que pasa el cuerpo a medida que crece. Desde sus primeros años, su hijo(a) le ha estado haciendo preguntas. Y la mayoría de sus conversaciones probablemente han surgido a raíz de estas preguntas.

Es importante responder a las preguntas de sus hijos sobre la pubertad siendo honestos y abiertos, pero no debería esperar a que sea su hijo quien necesariamente inicie una conversación. Cuando el niño tenga 8 años, ya debería saber cuáles son los cambios físicos y emocianles asociados con la pubertad. Podría parecer que es una edad temprana para saber sobre temas "adultos", pero tenga en cuenta lo siguiente: algunas chicas ya llevan sostén para deportes a los 8 años y algunos chicos empiezan a tener vello facial tan sólo unos pocos años después.

Con las chicas es imperativo que los padres hablen sobre la mestruación antes de que tengan el período. Si no saben lo que les sucede, puede que se asusten al ver la sangre y el lugar de donde proviene. La mayoría de las chicas tienen su primer período a los 12 ó 13 años, aunque a algunas les viene a los 8 y otras no lo tienen hasta los 17.

En general, los chicos empiezan a entrar en la pubertad un poco más tarde que las chicas, usualmente a los 11 ó 12 años. Pero podrían empezar a desarrollarse sexualmente o a tener su primera eyaculación sin parecer mayores o sin antes desarrollar vello facial.

De la misma manera que es útil para los adultos anticipar cambios como, por ejemplo, mudanza o cambio de trabajo antes de que ocurra, su hijo(a) debería saber acerca de la pubertad con antelación.

Muchos niños reciben educación sexual en la escuela. Sin embargo, a menudo se dividen las clases y las chicas aprenden sobre todo lo relacionado con la menstruación y el sostén para deportes, mientras que los chicos aprenden sobre erecciones y los cambios en la voz. Es importante que las chicas también se informen sobre los cambios por los que pasan los chicos y que los chicos aprendan sobre los cambios que afectan a las chicas. Por lo tanto, hable con el maestro de su hijo(a) acerca de su plan de enseñanza para saber qué huecos hay que llenar. Puede ayudarle a iniciar la conversación si coordina sus charlas con estas lecciones de la escuela.

  • Qué decir:

1. Cuando hable con su hijo(a) sobre la pubertad, es importante que le asegure que estos cambios son normales. La pubertad conlleva tantos cambios que es fácil que su hijo(a) se sienta inseguro(a). En muchas ocasiones, los adolescentes mostrarán inseguridad sobre su aspecto durante la pubertad, pero puede ser útil saber que todo el mundo ha pasado por lo mismo y que existe una gran variación normal con respecto a cuándo ocurren estos cambios. El acné, los cambios de humor, las olas de crecimiento y los cambios hormonales -todo ello forma parte del crecimiento y todos pasan por ello, aunque no al mismo ritmo.

Las chicas pueden empezar la pubertad tan temprano como en el segundo o tercer grado y puede ser algo molesto si su hija es la primera que tiene que ponerse un sostén para deportes. Puede que se sienta sola o rara, o como si todas las miradas estuviesen puestas en ella en el vestuario de la escuela.

En los chicos, algunos cambios visibles son el cambio de la voz y la aparición del vello facial. Y como con las chicas, si su hijo es de los primeros en pasar por estos cambios, podría sentirse incómodo o el blanco de las miradas de sus compañeros de clase.

2. Su hijo/a debería saber lo siguiente sobre la pubertad:

  1. Las chicas adquieren una forma más redondeada, especialmente en las caderas y piernas.
  2. Los senos de las chicas se hinchan y luego aumentan de tamaño.
  3. Las chicas y los chicos empiezan a tener vello púbico y vello en las axilas, y el de las piernas es más grueso y oscuro.
  4. En el chico el pene y los testículos aumentan de tamaño.
  5. Los chicos tienen a veces poluciones nocturnas, es decir, eyaculan mientras duermen.
  6. Una vez al mes, el revestimiento uterino de las chicas se llena de sangre para prepararse para un óvulo fecundado. Si no se produce la fecundación, se producirá el período. Si se produce la fecundación, la chica quedará embarazada.
  7. El período puede durar de 3 días a una semana y las chicas pueden utilizar compresas (paños) o tampones para absorber la sangre.

3. Preguntas comunes.

No es ninguna sorpresa que los niños tengan muchas preguntas a medida que aprenden sobre la pubertad. Es importante que se asegure de brindarle a su hijo(a) el tiempo y la oportunidad de hacer preguntas y de contestarlas tan honesta y detalladamente como sea posible.
  • Algunas de las preguntas más comunes son:
1. ¿Qué es este bulto duro que me ha salido en el pecho? 

Las chicas podrían notar a veces unos bultitos blandos debajo de los pezones cuando empiezan a desarrollarse los senos. Esto es perfectamente normal. La firmeza y la sensibilidad desaparecerán con el tiempo a medida que los senos continúen desarrollándose.

2. ¿Por qué tengo los senos tan pequeños (o tan grandes)? 

El tamaño de los senos es hereditario y su hija tiene que estar tranquila porque, grandes o pequeños, todos los senos son bonitos. El tamaño no afecta el atractivo de su hija ni su capacidad para amamantar cuando sea madre.

3. ¿Por qué tengo el pene tan pequeño (o tan grande)? 

En los chicos, la preocupación principal es el pene. Es importante que su hijo sepa que el tamaño del pene erecto no tiene nada que ver con el tamaño del pene cuando no hay erección.

4. ¿Por qué todavía no tengo vello púbico? 

Todo el mundo tiene vello púbico, aunque algunos adolescentes tienen más vello que otros y a algunos les crece vello antes que a otros. Igual que con el tamaño de los senos o la estatura, la cantidad o densidad del vello púbico es un rasgo individual.

5. Soy un chico, ¿por qué tengo entonces senos? 

A algunos chicos les crecen temporalmente los senos durante la pubertad. Este trastorno, conocido como ginecomastia, está causado por algunas hormonas producidas por los testículos durante la pubertad. Normalmente desaparece, a menudo al cabo de unos pocos meses a 1 año.

6. ¿Por qué no me ha venido todavía el período? 

Como con todos los cambios de la pubertad, el período llega en momentos diferentes para cada chica. Puede que a algunas chicas no les venga el período hasta que tengan 17 años. Esto suele ser normal, aunque puede ser difícil para ellas cuando a todas sus amigas ya les ha venido.

4. Consejos sobre cómo conversar con sus hijos.

Hágale saber a su hijo(a) que está siempre disponible para hablar, pero también es importante que dedique tiempo para hacerlo. Así como puede ser embarazoso o difícil para usted hablar sobre estos temas delicados, su hijo(a) podría dudar en acudir a usted. Es tarea de los padres hablar con su hijo(a) sobre la pubertad -y de los sentimientos asociados con estos cambios- tan abiertamente como sea posible.

Puede resultar más fácil si está seguro de que domina el tema. Primero, antes de responder a las preguntas de su hijo(a), asegúrese de que suspropias preguntas sobre la pubertad han sido respondidas. Si no está del todo cómodo manteniendo una conversación sobre la pubertad con su hijo(a), practique primero lo que quiere decir o pídale consejo al maestro de su hijo(a). Comuníquele a su hijo(a) que a usted le resulta un poco incómodo, pero que es importante hablar sobre este tema.

Si su hijo(a) sigue teniendo preguntas o inquietudes sobre el desarrollo de la pubertad que usted no puede responder, una visita al pediatra podría resultar beneficiosa.

Sexo y adolescencia: Guía para padres




El adolescente se encara con tan compleja sucesión de eventos concernientes a su evolución como ser humano, debe descubrir su sexualidadaprendiendo el modo de adaptarse a los cambiantes sentimientos sexuales, escogiendo cómo participar en las diversas clases de actividad sexual y descubriendo la manera de identificar el amor. Un aspecto frecuente de la sexualidad en el adolescente lo representan los sueños y las fantasías sexuales, muchas veces como elemento auxiliar de la masturbación. Las decisiones que toma el adolescente en la esfera sexual (llevados muchas veces por un impulso hormonal y por la experiencia del ensayo y error), son un reflejo de la disposición psicológica del sujeto, de sus valores personales, razonamiento moral, temor a las consecuencias negativas y participación en aventuras o amores románticos.

En su ansia por liberarse de la supervisión de los padres y de los adultos, algunos adolescentes ven en el sexo un medio de escape y de probar su paso a la adultez, con resultados no siempre positivos.

Muchos padres desearían informar debidamente a sus hijos sobre el desarrollo sexual, pero no saben como hacerlo, sus propios prejuicios le impiden explicar a sus hijos los fenómenos de la fecundación, del nacimiento y del desarrollo humano. Algunos piensan que existe una determinada edad para darles este tipo de información (en la adolescencia), y no toman en cuenta que la sexualidad forma parte del desarrollo evolutivo de cada individuo.

Las manifestaciones de la sexualidad y los signos de madurez sexual, menstruación, cambios de carácter, acercamiento a los jóvenes del sexo opuesto, masturbación, producen en los padres una gran angustia, pues no saben como manejarlos.

De la conducta que los padres adopten en el desarrollo sexual de las primeras etapas de la infancia, va a depender la confianza que sus hijos depositen en ellos y en su propia sexualidad. El niño quiere saber y exige la verdad a sus preguntas. A los padres les toca en esta etapa propiciar un desarrollo sano y armonioso de la personalidad, no es posible ignorar el sexo en esta formación. La educación sexual es un aspecto más de la educación y debe darse con naturalidad, sin perturbar el clima de confianza y comprensión que debe existir entre padres e hijos.

He aquí algunas Recomendaciones para Padres de cómo contestar a las preguntas sobre sexualidad planteadas por los niños:


  1. Es conveniente que esté de acuerdo con su pareja, aunque difiera de ella, para impartir el mismo criterio informativo, pues las discrepancias al respecto, desorientan, especialmente a los niños pequeños.
  2. Tenga sus propias ideas claras, pues así transmite lo que usted piensa y siente.
  3. No asuma una actitud artificial, de solemnidad, de indiferencia, de misterio o crítica, ni adopte actitudes dramáticas, especialmente cuando se trate de hablar de situaciones de fecundación.
  4. Cree un ambiente de confianza y de comprensión que estimule el diálogo objetivo y sincero, en el que el sentimiento del niño sea que la pregunta elaborada fue bien recibida por usted.
  5. No posponga la pregunta, contéstale en el momento en que sea formulada, así sea reconociendo que desconoce la respuesta, luego busque información o consulte a su pediatra.
  6. Las respuestas y palabras que utilice, deberán depender de la pregunta planteada por el niño, y del grado de desarrollo evolutivo de éste.
  7. Sea preciso, aténgase a la pregunta y no trate de ofrecer información que aún no le ha sido pedida. Chequee la pregunta.
  8. No mienta ni utilice fábulas o respuestas vagas, como tampoco vulgarismos.
  9. Exprese sus propias ideas, sin insistir que el niño las adopte. Pero es necesario tener en cuenta que el captar las actitudes acerca del sexo que existen en su familia y en la escuela. 
  10. Es importante establecer una atmósfera de respeto y no de vergüenza por el sexo
  11. No converse ante ellos sobre temas que no puedan entender o que se crean sobreentendidos.
  12. Vigile sus lecturas, evitando el ocio prolongado, brindeles oportunidades de distribuir el tiempo, entre juegos, deberes y actividades útiles.
  13. Si tiene dudas de como manejar adecuadamente la sexualidad de su hijo, no dude en consultar con su pediatra.

Fases de la adolescencia


Martín y Madrid dividen a la adolescencia en tres períodos, los que no están separados claramente e incluso habitualmente se superponen. Pero esta subdivisión nos permite observar, clasificar y ordenar el material evolutivo.

 

Estas etapas son:

1. La pubertad ó primera adolescencia (10 a 14 años).

La pubescencia consiste en aquellas transformaciones anatómicas y fisiológicas que llevan al individuo a la transformación adulta. En la niña, la menarca y en el niño, la primera polución son los signos físicos que, junto a la aparición del vello corporal y pubiano y a la depositación de las grasas en distintas zonas, indican que el proceso de cambio está instalado. Es importante señalar la necesidad de informar y preparar a los jóvenes por anticipado de estos cambios, a los efectos de atenuar el impacto de los mismos, como así también de desmitificar las viejas ideas que asociaban la menstruación con la idea de enfermedad e impureza.

Se caracteriza por:

* La polarización de los impulsos, que son comandados por lo genital y los cambios en los caracteres sexuales secundarios.

* La reorganización emocional dentro de un profundo caos.

* Los intentos repetidos de separación de los objetos primarios de amor ( padres y familia) con sus correspondientes procesos de duelos.

* Una cantidad de libido flotante, que no tiene dónde dirigirse

* Un intento de organización psíquica a través de los mecanismos de defensa del Yo, alternado con momentos de confusión y desorientación

Los cambios biológicos son tan abrumadores y la inundación emocional es tan intensa, que habitualmente uno de los mecanismos de defensa en esta etapa es el ensimismamiento, como reacción ante el peligro fantaseado de los cambios que lo descolocan.

2. La adolescencia media (14 a 16-17 años).

Incitados por los cambios biológicos, en este momento, la mayoría de los adolescentes dan un paso decisivo hacia la heterosexualidad, inicialmente muy difusa y promiscua.

Si en la pubertad el acento está puesto en el irrumpir de los procesos biológicos, en esta etapa el énfasis está en lo psíquico, en lo emocional y afectivo, en el mundo de las ideas y los valores éticos e intelectuales.

Se produce la renuncia decisiva e irreversible de la figura del padre del sexo opuesto como objeto incestuoso; el corte y la discriminación de ambos como modelos y la autoconcentración y el descubrimiento de experiencias internas, entre las que pueden aparecer sentimientos de mística o procesos de militancia política ideológicos.

Es la búsqueda de la propia identidad, con todas las restructuraciones y desprendimientos que implica. También con todas las marchas y contramarchas que suponen el atravesar etapas decisivas y la toma de decisiones importantes.

Esta identidad nueva del sentir, pensar y actuar por sí mismo se distanciará mucho del mundo adulto conocido, y buscará apoyo y comprensión en otros. Especialmente en sus pares, lo que dará origen al fenómeno grupal típico de la adolescencia, como es la uniformidad de estilos desde las vestimentas, las modas y modismos característicos y exclusivos.

En lo sexual el signo patognómico es el pasaje del autoerotismo a la heterosexualidad ( o la homosexualidad), fenómeno que habitualmente se da entre individuos del mismo grupo o barra. Eligen dentro de sus grupos de pertenencia, ya que aún no se animan a salir al extragrupo para buscar pareja. El miedo más grande a lo desconocido puede expresarse con conductas homosexuales, que significa un autoencierro a nivel grupal y la imposibilidad de pasar a la complementación de la diferencia. No debemos confundir estas confusiones de la identidad sexual con actos homosexuales de exploración con homosexualidad propiamente dicha.

3. La adolescencia resolutiva (desde los 16 años)

Si el adolescente ha transitado normalmente las etapas anteriores, en esta fase se encuentra en condiciones de afrontar sus grandes opciones.

Sus elecciones más importantes son la vocacional y la afectiva. La profesional está íntimamente relacionada con la inserción en el mundo y la afectiva está ligada con la intimidad y la sexualidad.

Para poder acceder a estas elecciones es necesario consolidar una personalidad, una estructura psíquica estable, serena, con capacidad de opción, no quedar atrapado en miedos y una vez hechas las opciones, asumir con responsabilidad lo elegido, renunciando maduramente a todas las otras opciones que se han desechado.

Es necesario un nivel mínimo de autoestima y autoconfianza básicos para sustentar estas elecciones, que serán decisivas por el resto de sus vidas.

Como es de suponer, este proceso no es simple, ya que en la actualidad existen grandes dificultades para lograr esa madurez afectiva.

jueves, 2 de junio de 2011

Tiempo libre y hijos.

Las actividades padres e hijos, pueden ser alguna vez complicadas, debido a una situación inesperada (como por ejemplo: el mal tiempo), no saber que hacer o simplemente, querer hacer actividades diferentes de las clásicas (como por ejemplo: ir al parque). Compartir el tiempo libre con los hijos es muy importante, ya que refuerza los lazos familiares y mejora la comunicación, por eso, a continuación tenéis algunas ideas que os pueden ayudar: 

  1. Manualidades: por ejemplo: dibujar juntos, jugar con plastilina, construir una maqueta sencilla, etc. 
  2. Cocinar juntos: les encanta y hay recetas muy fáciles. 
  3. Juegos: saca partido de lo que tengas a mano! tanto de los juegos de mesa como de las diferentes posibilidades que te da Internet. 
  4. Pasatiempos: Por ejemplo: hacer un puzzle entre todos. 
  5. Leer juntos un cuento o incluso hacer vuestro propio cuento. 
  6. Plantar: puede ser a partir de una semilla que el elija o como lo hacen en la escuela a partir de un garbanzo en un tarro de cristal. De está forma observará la evolución y además le incentivarás el valor de la responsabilidad. 
  7. Si vuestro hijo ya tiene una cierta edad, no olvidéis de pedirle su opinión, porque a lo mejor ya se considera demasiado pequeño para hacer según que actividades o no, dependerá de su nivel madurativo. Podéis aprovechar actividades relacionadas con el exterior o que impliquen un cierto nivel de competencia, ya que de está forma se animara a participar en la actividad. Por ejemplo: hay páginas web muy interactivas, para aprender a través de juegos o incluso con actividades, si lo organizas como si fuera un torneo de inglés, matemáticas, etc. Os aseguro que vuestro hijo estará más motivado para participar  en  la actividad. 
  8. Descubrir la naturaleza: A veces, nos olvidamos pero es un recurso que tenemos muy amano. Además, de que ser una actividad muy divertida, resulta ser una de las posibilidades más enriquecedoras para vuestro hijo, ya que interacciona de forma activa y experimenta a la vez. Por ejemplo: si os vais de excursión,  ir a una graja de un amigo, fotografiar animales, insectos para luego estudiarlos, etc.
  9. Descubrir la ciudad: museos, teatro, musicales, etc.
Algunas páginas que os pueden ser de ayuda:


miércoles, 1 de junio de 2011

Tengo un pequeño tirano en casa, ¿que hago?

Si en casa cuando se pelea hace justo lo contrario de lo que tú le dices, le pones normas y las incumple, le regañas,  y ya no sabes que hacer y crees que se está convirtiendo en un auténtico tirano puede que tengas que replantearte algunos aspectos sobre los límites que pones a tu hijo y el modo en que le  transmites  tanto las normas y tu autoridad como su amor hacia él. 

Los niños no son malos, pero muchas veces se portan mal. Culpabilizar al niño como persona y no a sus acciones niega toda posibilidad de cambio y crea una gran frustración tanto en tu hijo como en ti misma. Si no paras de repetirle lo malo que es, actuará en consecuencia: "si soy malo, me porto mal, es lo que esperan de mí". Debes conseguir cambiar la mala conducta por la adecuada empezando por  cambiar el “Qué malo eres!” por “Qué mal te portas!”  

Los niños, pasan por distintas etapas del desarrollo moral y emocional que condicionan su forma de comportarse, al igual que pasa cuando empiezan a gatear o a caminar, el ritmo de maduración moral, no coincide en la misma edad cronológica en todos los niños, por eso cuando intentamos enseñarle a portarse bien tendremos que intentar adaptar nuestro  grado de exigencia y los razonamientos que usamos a su nivel (p.e. el niño de dos años no entenderá un concepto como el altruismo). Cuando nuestro hijo se porta mal, deberemos ser muy sensibles a sus vivencias personales y por supuesto no dejar de demostrarle en ningún momento cuánto le queremos. aunque estemos muy disgustados. La mayor necesidad que tiene un niño es la de sentirse profundamente querido.  

Las normas y castigos son límites que todos los niños necesitan, pero debemos tener en cuenta varios aspectos antes de usarlas.

Las normas:
  1. Deben ser claras.
  2. El niño debe saber la consecuencia de no cumplirlas.
  3. Deben ser adecuadas a cada edad.
  4. Debemos priorizar las realmente importantes y necesarias.
  5. Debemos elogiar su cumplimiento.
Los castigos:
  1. Deben ser ajustados a la falta que ha cometido.
  2. Deben ser más inmediatos cuanto menor es el niño. (si se porta mal el martes no le castigues el sábado)
  3. No deben condenar al niño, si no a la accción que ha realizado.
  4. Deben corregir al niño, hay que enseñar al  niño cuál era el comportamiento esperado y que alternativas tenía para resolver el problema o la situación.
  • Cuando no sabemos por dónde empezar.

Cuando el problema se nos va de las manos, lo mejor será analizar profundamente la situación, quizás debas coger lápiz y papel e intentar contestar a estas preguntas:  

1. ¿Cuál es realmente la causa del problema?  

Qué está provocando en tu hijo esa conducta. Hay un montón de motivos para  que esté llamando la atención:  por celos, porque estamos poco tiempo con él, estrés, porque no sabe la forma correcta de actuar, etc.

2. ¿En qué momentos se suelen desencadenar los problemas? 

Analiza en qué momentos puedes predecir un comportamiento no deseado, cuando le vas a dar la sopa, cuando su hermano coja un juguete, cuando lo sacas de la bañera, cuando tiene sueño,.... 

3. ¿Qué puedo hacer  para prevenir  que se produzca? 

Piensa de que forma te puedes anticipar al problema, reconduce el modo en que se presenta la situación o advierte a tu hijo, cuando veas que algo no va bien, cómo te gustaría que se comportara.

4. ¿Cómo reaccionaré? 

Intenta tener clara la forma de cortar de forma rápida la conducta no deseada, de mostrar control emocional y firmeza. Deberías mostrar tu desaprobación y disgusto pero sin perder los nervios. 

5. ¿Qué sanciones o castigos puedo aplicar? 

Haz una lista de posibles castigos o sanciones, no esperes a castigarlo con lo primero que se te ocurra que quizás será inadecuado.

6. ¿Cuál será mi plan de acción? 

Intenta trazar un plan y presentale a tu hijo un objetivo, explícale la forma de alcanzarlo y piensa en cómo le podrás ayudar tú. La forma de presentar ese objetivo dependerá de la edad del niño. Si es pequeño puedes hacer un dibujo en una cartulina con un coche en una esquina y una casita en la opuesta y cada vez que tu hijo realice bien la acción haz que el coche avance, con pegatinas o crucecitas, cuando el coche llega a la casa, se ha alcanzado el objetivo y entonces tendrá un premio. El premio, no siempre tiene que ser siempre material, puede ser hacer algo que le guste mucho, un pastel casero, o lo que se te ocurra.  Si es más mayor la recompensa deberás negociarla con él, una posibilidad puede ser  regalarle “tiempo” para hacer cosas que le gustan.

Los cachetes no sirven de nada, somenten pero no educan. El niño pequeño no puede entender que una persona que le quiere le haga daño, crea resentimiento y hace sentir mal al adulto y al niño. Cómo vamos a enseñar a no hacer daño a los demás, pegando!


  • Utilizar los cuentos para educar
En los cuentos los niños se pueden identificar con los problemas de otros niños, darse cuenta de que no son los únicos que se sienten rabiosos o tristes y pueden aprender de esos personajes´el modo de resolver sus situaciones conflictivas.

 La editorial SM tiene muchos titulos para trabajar las emociones:"El imaginario de los sentimientos de Félix",  la colección de sus "Cuentos para sentir", "Cuando estoy enfadado", "cuando estoy triste" o "cuando tengo miedo" son todos muy adecuados y contienen recomendaciones para los padres elaboradas por psicólogos.